Carrascoza, J. A (2010), “Estructuralismo” (fragmentos)
1)
Una de las corrientes de pensamiento más completas que jamás haya surgido de las humanidades, el estructuralismo tiene su origen en el Cours de linguistique généra le impartido por el lingüista suizo Ferdinand de Saussure, y publicado en 1916 por sus alumnos después de su muerte.
El estructuralismo es un método de análisis, que consiste en construir modelos explicativos de la realidad, llamados estructuras. Por estructura se entiende un sistema abstracto en el que sus elementos son interdependientes y que permite, observando los hechos y relacionando las diferencias, describirlos en su orden y dinamismo.
Dosse (2007, p. 12, v. 1) amplía esta concepción, posicionando al estructuralismo como “un movimiento de pensamiento, una nueva forma de relación con el mundo”.
2)
Esta nueva línea de reflexión ganó la adhesión de intelectuales de las más diversas disciplinas de las ciencias humanas -lingüística, antropología, psicología, filosofía, entre otras-, convirtiéndose en una forma de pensar y analizar los más variados aspectos de la sociedad, en busca de estructuras que produzcan significado dentro de una cultura. Por tanto, fue un “movimiento” intelectual que, como pocos, se hizo plural, promoviendo la interdisciplinariedad dentro del campo de las humanidades.
La perspectiva estructuralista propone el abandono del examen particular de los objetos a los que se dedica. Estudia las estructuras subyacentes. Es un intento de superar un problema que aqueja a un gran número de estudiosos del campo social: la infinita multiplicidad de situaciones dispares. En términos objetivos, esta dificultad se expresa de la siguiente manera: cuanto mayor es el rigor en el detalle de la investigación, más los datos y la información recopilada parecen describir una situación única, solo verificable en ese espacio y momento específicos.